CICERÓN

“La observación de la naturaleza y la meditación han generado el arte”. Cicerón

viernes, 10 de mayo de 2013

LA ÚLTIMA CENA





Es una pintura mural situada en una pared del refectorio del convento dominicano de Santa María delle Grazie en Milán y requirió diez años de preparación por parte de Leonardo da Vinci. Fue encargado por Ludovico Sforza, duque de Milán.

Técnicamente no se puede afirmar que sea un fresco ya que este sistema le parecía a Leonardo muy precipitado. Esto le llevó a pintar con óleo sobre el yeso seco, técnica experimental que provocaría un rapidísimo deterioro de La Última cena, provocando numerosas restauraciones.



Análisis:


La mesa con los trece personajes se enmarca en una arquitectura clásica representada con exactitud a través de la perspectiva lineal, concretamente central, de manera que parece ampliar el espacio del refectorio como si fuera un trampantojo salvo por la diferente altura del punto de vista y el monumental formato de las figuras. Ello se logra a través de la representación del pavimento, de la mesa, los tapices laterales, las tres ventanas del fondo o, en fin, los casetones del techo. Esta construcción en perspectiva es lo más destacado del cuadro.
La escena parece estar bañada por la luz de las tres ventanas del fondo, en las que se vislumbra un cielo crepuscular, de igual manera que por la luz que entraría a través de la ventana verdadera del refectorio. Dicha luminosidad, así como el fresco colorido, han quedado resaltados a través de la última restauración. Los 12 Apóstoles están distribuidos en cuatro grupos de 3. Ello sigue un esquema de tríadas platónicas, de acuerdo a la escuela florentina de Ficino y Mirandola. Analizando de izquierda a derecha, en la segunda tríada se encuentra Judas, cuya traición rompe la tríade, colocándole fuera de ella. La tercera tríada desarrolla la teoría del amor platónico. El amor es el deseo de la belleza , la esencia de Dios es amor y el alma va hacia su amor embriagada de belleza. En la cuarta tríada se observa a Platón, Ficino y quizá el propio Leonardo, trata del diálogo filosófico que lleva a la verdad de Cristo.

Otra curiosidad, es la ausencia del cáliz, o Santo Grial, que estaría conteniendo la sangre Jesús. En la obra los discípulos y Jesús aparecen sentados y atrás de ellos se puede apreciar un paisaje como si fuera un bosque o incluso como si fuera el paraíso. Los apóstoles se agrupan en cuatro grupos de tres, dejando a Cristo relativamente aislado.





Dudas:


Las principales dudas que surgen alrededor de La Última Cena de Leonardo da Vinci son las siguientes:

► El joven a la derecha de Jesús, ¿es en realidad María Magdalena o San Juan?:


La crítica de arte Elizabeth Levy nos comenta en un artículo suyo aparecido en www.zenit.org: «Brown aprovecha el rostro de suaves rasgos y la figura de un Juan imberbe del cuadro de Leonardo para presentarnos su fantástica afirmación de que se trata de una mujer. Por otra parte, si realmente San Juan fuera María Magdalena, hemos de preguntamos por el apóstol que falta en aquel crítico momento. El problema real es el resultado de nuestra falta de familiaridad con los "tipos". En su Tratado de la Pintura, Leonardo explica que cada personaje debe ser pintado con arreglo a su edad y condición. Un hombre sabio tiene ciertas características, una anciana otras y los niños otras. Un tipo clásico, como en muchos cuadros del Renacimiento, es el "estudiante". El favorito, el protegido o el discípulo son siempre hombres muy jóvenes, totalmente afeitados y de cabello largo, con objeto de transmitir la idea de que aún no han madurado lo suficiente como para haber encontrado' su camino. A lo largo del Renacimiento, los artistas pintaron así a San Juan: es el estudiante ideal; es el "discípulo amado", el único que permanecerá al pie de la cruz. Y lo representaron siempre como un joven imberbe, sin la fisonomía dura y resuelta del hombre. La Última Cena de Ghirlandaio o de Andrea del Castagno nos muestran al mismo dulce y joven Juan».



► ¿Por qué las figuras de Juan y Jesús parecen reflejos simétricos?:


Una pista nos puede proporcionar los escritos de Leonardo donde explica porque realizó las figuras de Juan y Jesús como iguales y opuestos como reflejados en un espejo. “El placer y el dolor representados como gemelos, puesto que nunca hay uno sin el otro; y como si estuvieran unidos de revés a revés, puesto que son contrarios el uno con el otro (...)” [Extractos de Leonardo de: "Los cuadernos de Leonardo Da Vinci" compilado y editado de los manuscritos originales por Jean Paul Richter, Dover Edition, 1970, primera publicación en 1883 por Sampson Low, Marston, Searle y Rivington bajo el título "Los trabajos literarios de Leonardo da Vinci." Publicaciones Dover, Nueva York].


La mano que sostiene un cuchillo ¿es de Judas o en realidad es de San Pedro?:


En la obra se puede notar que entre Pedro Simón y Judas Iscariote se logra ver una mano sosteniendo un cuchillo. “El dibujo preliminar y las copias posteriores de La Última Cena demuestran que la mano y el cuchillo pertenecen a Pedro y según una cita en el Evangelio según San Juan, Pedro sacó la espada en defensa de Jesús contra el enemigo quien en ese momento entregaba a Dios con un beso.”- argumenta Bruce Boucher del New York Times. Esto se pudo descubrir luego de la última restauración en 1977, donde los especialistas hicieron estudios radiográficos que demuestran los dibujos previos.


¿Leonardo da Vinci se pintó a sí mismo en esta obra?:


Si bien es cierto que Leonardo tomó personas reales para sus modelos de los apóstoles, en ningún caso es cierto que él mismo se pintara en la escena, supuestamente el segundo apóstol de la derecha. Por más que el parecido es real, en ningún caso coincide por fechas. La pintura data de 1494-1498, y en ese tiempo Leonardo tenía 45 años, mientras que el aspecto del apóstol es de más edad.




Este video es un reportaje sobre un análisis detallado del cuadro y las diferentes curiosidades que nos ofrece.

ÁREA DE EDUCACIÓN

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En este apartado vamos a realizar una manualidad sobre el cuadro La última cena de Leonardo Da Vinci. Creemos que es una actividad didáctica muy amena en la que nuestros alumnos pueden aprender sobre la historia de esta pintura y sus diferentes escenas y personajes.

¿Cómo hacer tu propio?: 
1. 2 cartones de huevos, y recorta dos apartados.
2. Recorta rendijas en un cartón antes de los últimos dos tazas.
3. Superposición 2 juegos de tazas y encajan con las ranuras.
4. Cuando estés seguro de que ellos tienen el derecho de conexión, pégalos con pegamento.



Esto le deja con "un" cartón de huevos de largo con 11 tazas de ancho.

5. Impresión, el color, y cortar mis descargas (desplácese hacia abajo para las descargas).

6. Pegue una persona a cada revés huevera de cartón. Es posible que tenga que cortar un poco más corto de lo que les llamó la función de las cajas de cartón de huevo que está utilizando. Pegarlas en toda la parte delantera de la fila de atrás, y asegúrese de que los 2 altos van en los extremos. Ver la imagen:


¿Necesita saber lo que para pegarlas en? Si quierse que coincida con la pintura de Da Vinci, coinciden con sus nombres de las páginas para colorear para el fin de que las pintó en:


7. Color y corte de la mesa de mi imprimibles (desplácese hacia abajo para la descarga) y doblar por la mitad a lo largo de la línea de puntos.Ajuste la longitud necesaria para los cartones de su huevo, y pegar la "mesa" en toda la parte superior y frontal del hueveras de cartón. En la tabla se imprimirá en dos piezas, tienes que reconstruir.








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